martes, 16 de septiembre de 2008

Los Simpson

Es una serie animada estadounidense, presenta una visión sarcástica de una típica familia americana. Fue creada por Matt Groening en 1987, inicialmente se publicó en un espacio de 2` en el programa televisivo “The Tracey Ullman Show”. Se consolido como serie autónoma en diciembre de 1989 pero, las transmisiones empezaron hasta enero de 1990.
Los miembros de la familia peculiar presentan unas características esenciales que permita que exista el toque animado y divertido. Podemos comenzar con Bart, único hijo de Homero (padre) y Marge (madre), se caracteriza porque su inspiración es crear conflictos, una hija pedante con serio problemas emocionales llamada Lisa, la única que parece salvarse es la pequeña Maggie. Homero es un esposo excepcional: vago, inculto y alcohólico y Marge es una esposa con una melena azul de más de medio metro de alto y con unas sangre tan fría que por muchos problemas que le dé la familia nunca se enfada. Pero lo que importa es que aparentemente se quieren, así han demostrado existo en el mundo.
Esta serie refleja las distintas conductas de los sujetos que existen en una familia. Para unos es divertida, entretenedora, interesante, por el contrario, para otros es una representación social, simbólica y cultural de comportamientos y objetos, de la zafiedad, bastedad, descaro, descortesía y grotescos. Pero lo que más prevalece es el reiting del programa en el mundo.
En este proceso comunicativo de masas, existe un emisor oculto o podríamos decir que detrás de una pantalla hay mucho más que la imagen y la percepción de nosotros como televidentes o receptores tenemos a cerca de cada presentación. Todos los mensajes son transmitidos por un canal en este caso la televisión, que es el medio por el cual estamos recibiendo información.
Ahora, los mensajes que nos ofrece el programa presentan significados superficiales, es decir ligeros e injustificables, que pasan por desapercibidos los televidentes. Esas apariencias representativas de los conceptos que expone cada personaje no permiten que nosotros como receptores analicemos en el momento de la transmisión, sino al final y sin tener claro qué es lo que nos quería decir el sujeto en actuación. Por el contrario, los significados de los conceptos que ofrecen con más profundidad sí ayudan al análisis, interpretación y comprensión del mensaje, porque las mismas palabras que utilizan en las exhibiciones son concretas, claras y concisas y favorecen al análisis contextual del televidente. De esta forma, diferenciamos que los receptores interpretan el contenido temático de los capítulos distinto, porque cada destinatario lo analiza dependiendo de la cultura en que se encuentre y es donde hablamos de la formación ética y moral de las personas, las costumbres, creencias e ideologías.
En algunas ocasiones los mensajes emitidos pueden ocasionar transformaciones en los televidentes. Por ejemplo, en al etapa de la infancia los niños reciben concejos e imágenes incorrectas que no deben recibir debido a que se encuentran en la fase de formación donde se les debe propiciar valores, modales y buenas conductas, por el contrario, sí a un niño se le ofrece maldad, grosería y falta de respeto con los demás sencillamente crecerá en un medio grotesco. Así, esos ejemplos que los medios de comunicación ofrece hacen que se presente un caos cultural, porque en el habla de los sujetos entraran palabras indecentes, los comportamientos también se verán influenciados, las creencias de las personas, el conductismo será el más afectado y en otros espacios son estímulos que reaccionan igual o distinto, pero eso va en la formación de cada televidente.
También, el canal (medio por el cual se envía la información), en este caso es la televisión, ofrece variedad social, cultural, política y económica. Expresan conceptos que para ellos son independientes a la sociedad o que no influyen en los sujetos, pero lo que están ocasionando es un disertamiento incorrecto en las personas.
De igual forma, cuando se transmiten discursos o lecciones falsas, se debe tener claro que son procesadas por un esquema estimulo/respuesta. Por ende, permite que la intención o el propósito del mensaje esta diseñada a partir de la posición del racionalismo crítico de cada sujeto, es decir nosotros como receptores podemos desglosar, analizar o desentrañar el fundamento de cada mensaje o lo que cada concepto oculta ante el público. Esa es la forma más fácil de engañar al lector o de encubrirle la realidad, en este caso sí existe este estilo de efecto porque el orden y la uniformidad de los mensajes se presentan en una cadena que no enfocan profundamente lo que se está tratando, solo las actuaciones y el diálogo demuestran que así actúan muchas personas, pero sin pensar en las causas o consecuencias.
Nosotros podemos fácilmente entender que la serie muestra la realidad de las relaciones sociales. Así, apreciamos cómo se vive en un hogar de ese estilo, donde el padre no respeta a los hijos y a al esposa, donde los hijos inquietos y maldadosos es imposible corregirlos y así sucesivamente ese crea un ambiente negativo que no permite convivir en armonía. A pesar de que refleja la veracidad del mundo se siguen cometiendo los mismos errores en las conductas porque los medios masivos incentivan a que realice este tipo de actuaciones.
Por otra parte, encontramos el esquema de los realismos social, dialectico y simbólico. Entonces, es importante resaltar las tensiones que producen este acto comunicativo en los receptores, en primer lugar, los hechos que suceden en la seria los percibimos de forma instantánea, inmediata, pero, podemos justificar después de verlas no en el momento de transmisión, como decía Adorno, “El cine es el exponente máximo de la degradación cultural”. También, podemos decir que al televisión produce practicas viejas (siempre transmite lo mismo) sin tener claro que lo que debe transmitir son experiencias nuevas que ayuden a formar cultura y no a deshumanizar. Pero, sí podemos estar de acuerdo con él cuando nos expone que el arte es un medio de refugio o de sumergimiento de las personas, aquí en los Simpson lo notamos constantemente, algunos jóvenes, adultos y ancianos les encanta ver la serie, sólo por distracción, alegría y por sentirse bien.
En el realismo dialéctico, se ubican las distintas culturas que existen en una sociedad. Esas culturas se centran en un mismo medio (televisión) para enfocarse en una sola realidad (los Simpson) de esta manera, sí se produce transformaciones en las personas, porque son el reflejo de una colectividad, de lo que presenciamos en al vida cotidiana y es acertado ver que a los sujetos le sucede un problema, lo soluciona pero les llega otro (Bart y Homero), actúan con picardía y también tienen experiencias positivas o negativas que los ayudan a recapacitar para obrar “bien”. Por ejemplo, los capítulos que están relacionados con aprendizaje (escuela) notamos que el realismo simbólico, dialectico y social están reflejados, los estudiantes asisten por deber social, si conocimiento se va desarrollando y existe un interaccionismo simbólico que les ayuda a la interpretación social y cultural del espacio n que se encuentran y van demostrando cambios en al educación docente-estudiante, concluyendo que el medio es el mensaje, nos comunicamos dependiendo del medio en que nos ubiquemos.
El interaccionismo simbólico es el realismo más frecuente en la serie. Por ende, los personajes son las representaciones simbólicas de la sociedad, cada uno se caracteriza por su forma de ser, los colores, los gustos los dibujos, las formas de expresión, el contacto social entre los personajes reflejan que lo que más prevalece en la sociedad es que debemos tener sentido a lo que experimentamos por medio de las señales, los símbolos, el prototipo de genero que nos rodea y con quien construimos cultura. Esas metáforas que se presentan en el programa nos ayudan a nosotros como líderes de opinión o masa a comprender el medio en que vivimos, a entender que la vida es un mundo de estrategias, aprendizaje, conocimiento, poder, símbolos y esparcimiento.
También, es indispensable resaltar el principio de identidad que refleja el programa. Según Edgar Morín, sociólogo y filósofo francés, “para ser sujeto se deben tener en cuenta las siguientes características, ser autónomo”, pero, a la vez somos dependencia informativa que influye en nuestras decisiones, energética y organizativa respecto al mundo exterior, ambas caracterizan a un se autónomo. Así, la identidad va creando una noción de individuo y no puede ser la misma porque todos somos distintos. Ahora, en los Simpson existe identidad individual e identidad colectiva, por ejemplo, Bart tiene su propia identidad, él es él pero pertenece a una familia, a una escuela, a un grupo de amigos y eso pertenece a cualquier individuo, yo soy yo, pero pertenezco a un grupo social, a una familia que hacemos identidad colectiva.
También, existen distintas instituciones en la televisión y en esta serie están muy bien comprendidas. La institución social, como practica cultural, industria y negocio, como poder y forma de contar. En al primera, los Simpson son el espejo de la sociedad, la interacción de las personas y hace muchos años han prevalecido en el mundo así van conformando como institución familiar (comportamientos), escolar (aprendizaje), étnica o de tradición en al que se nacía y se recibía un respaldo de identidad y de alguna u otra forma es un agente socializador y en algunos casos deja ideas vacías y en otros trata de clarificarlas. En la cultura es una de las novedades artísticas más nombradas, todos sabemos qué es lo que propone la serie, qué desarrolla, en qué medio se ubica y que sirve como un espacio de entretenimiento.
Por último, la industria y negocio, en este caso pronuncia identidad, personalidad y conductas, todos los personas son estilos de sujetos que lo único que hacen es servir de publicidad para los televidentes, se vende un imagen para atraer al lector y eso genera poder en las personas que emiten como las que reciben aunque no veamos más allá de la pantalla en el momento de transmisión, pero sí analizamos que no sólo son risas, chistes, bromas, también, es mal ejemplo y nos lleva por un alineamiento crítico superficial (Escuela de Frankfurt) y en la medida que criticamos existe un control social, en donde tratamos de comprender que los Simpson son sociedad y esa sociedad es reflejada por ellos.
Adriana K. Jiménez Villamil

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